Lesiones en invierno

La realización de la actividad deportiva siempre se encuentra sujeta al riesgo de padecer lesiones, tanto musculares como articulares, pero existe un mayor riesgo de padecerlas en invierno.

Esto se debe al cambio de temperatura que sufren los músculos y articulaciones cuando se realiza una actividad deportiva, ya sea antes o después del ejercicio. En invierno se producen varias alteraciones en el cuerpo como son el aumento del gasto calórico para mantener una temperatura corporal adecuada, además de las capacidades fisiológicas de músculos y estructuras articulares.

El descenso de temperatura genera una alteración en las capacidades contráctiles y elásticas de los músculos, lo cual puede generar una predisposición a padecer lesiones. En invierno, con el frío, estas estructuras articulares y musculares precisan de un calentamiento más intenso concienciado a prepararlas para la actividad física. Si se realiza un correcto calentamiento las posibilidades de padecer una lesión deportiva disminuyen, además si dentro de este calentamiento se incluyen los estiramientos dinámicos conseguiremos prevenir lesiones deportivas y añadir un plus de rendimiento en la actividad física.

Existen numerosas ayudas para preparar la musculatura para la actividad física así como las articulaciones, desde muñequeras, tobilleras, etc. hasta cremas de calor para calentar la zona antes de la práctica deportiva. Todo este tipo de herramientas son una ayuda para la práctica deportiva, pero nunca van a sustituir un calentamiento correcto y una correcta preparación con estiramientos dinámicos.
Las lesiones típicas en invierno van desde microrroturas musculares, a nivel muscular, por no estar preparado el músculo para una actividad o un movimiento determinado, hasta esguinces o luxaciones por la rigidez y la falta de movilidad de las articulaciones consecuencia del frío.

A la hora de realizar deporte al aire libre es importante tener en cuenta que la temperatura corporal disminuye en mayor medida que cuando se realiza en un espacio cerrado, por lo cual esto va a generar una mayor pérdida de elasticidad muscular y una mayor rigidez articular. Es por ello por lo que el calentamiento debe ser más intenso y se recomienda llevar una vestimenta adecuada que nos permita mantener el calor. Esto siempre va a ir sujeto a la comodidad del deportista, pero se recomienda el uso de mallas, calcetas, calentadores, sudadera, guantes, etc para mantener de una mejor forma el calor corporal tras el calentamiento.

Por último, se debe tener en consideración la existencia de sensibilidad frente a los cambios de tiempo. Existe un porcentaje considerable de población con sensibilidad a los cambios de presión generados por anticiclones y borrascas, aquellos llamados “meteosensibles”. Esto es un factor a tener en cuenta para llevar un especial cuidado y atención a la hora de realizar la práctica deportiva, en estas personas sensibilizadas con el cambio de tiempo.

Urko Garcia
Fisioterapeuta y Osteópata.
Fis. Col. 2160